Tortura, crimen impune de dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.


La tortura es una de las formas más horrendas de violar los derechos humanos que utilizan las dictaduras del socialismo del siglo XXI para aferrarse indefinidamente al poder. Hechos notorios, informes internacionales y la prensa libre demuestran que los regímenes de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua aplican la tortura para institucionalizar el miedo. Esta es una metodología criminal que aún permanece impune. El castrochavismo lo promueve y protege y demasiados gobiernos democráticos lo pasan por alto.
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La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura de 12 de septiembre de 1985, suscrita y ratificada por Venezuela, Bolivia y Nicaragua establece que para los efectos de esta Convención se entenderá que “la tortura es el uso de métodos sobre una persona para la personalidad de la víctima o para disminuir sus capacidades físicas o mentales. . . ”.
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Luis Manuel Otero Alcántara, preso politico cubano

A través de una declaración a RTV Martí, Luis Manuel Otero Alcántara -en ese momento en huelga de hambre- el Movimiento San Isidro denunció (en abril de 2021) que Cuba es un “enorme centro de tortura”. En entrevista con el periodista Luis Valdés C, el mismísimo Otero Alcántara -ahora preso político de la dictadura- denunció “tortura en el Hospital Calixto García”. Con las masivas protestas por la libertad que comenzaron el 11 de julio de 2021, la práctica de la tortura es recurrente.

El grupo de vigilancia cubano de derechos humanos ha emitido informes sobre presos políticos torturados, pidiendo castigos individualizados. El periodista Yoe Suárez, en su reportaje “Horno-Patrulla, una tortura cubana desapercibida” muestra que la dictadura cubana “se ha especializado en un método de tortura que deja graves secuelas físicas y en algunos casos acaba degradando psicológicamente a miembros de la oposición y activistas”. .

En enero de 2020, ABC International tituló uno de sus reportajes “Los cubanos introducen en Venezuela sus métodos de tortura para hacerlos más crueles”. En septiembre de 2020, INFOBAE publicó mapas y fotografías de centros de tortura en Venezuela, informando sobre la Misión de las Naciones Unidas encargada de investigar violaciones de derechos humanos en Venezuela que “documentó 33 casos (21 hombres y 12 mujeres) víctimas de detención arbitraria y tortura ”.

Teniente Coronel Rafael Acosta Arévalo

Amnistía Internacional demostró que “el teniente coronel Rafael Acosta Arévalo fue torturado mientras estaba detenido, hasta el punto de morir ante un juez en junio de 2019”. En enero de 2019, el Foro Penal Venezolano y Human Rights Watch revelaron públicamente la “detención y tortura de decenas de militares” y “el arresto y tortura de familiares de militares detenidos”. El caso del Comandante Luis de la Sotta, preso desde 2017 y torturado reiteradamente, está ampliamente documentado por Defensores de Militares Presos en Venezuela ”.

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En mayo de 2020, INFOBAE publicó “Los 15 métodos salvajes de tortura utilizados contra presos políticos del régimen de Daniel Ortega”. El informe titulado “Volviendo a ser humano” de diciembre de 2019 publicado por el “Colectivo por los Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más” recopila entrevistas con presos políticos durante el período de mayo a diciembre de 2018 y concluye que “hombres y mujeres presos políticos fueron torturado. . . ”. Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena y más candidatos que ahora son presos políticos son sometidos bajo este mismo método.

El Departamento de Estado de Estados Unidos en su informe de Derechos Humanos de 2020 identificó a Cuba, Venezuela y Nicaragua y “expresó preocupación por las torturas y ejecuciones extrajudiciales sumarias que se perpetraron en esos países”.

CARLOS SANCHEZ BERZAIN

* Abogado y politólogo. Director del Instituto Interamericano para la Democracia.

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